Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS — Para los hombres católicos que trabajan muchas horas lejos de casa conduciendo camiones por todo el país, el ministerio Apóstoles en el Camino es un salvavidas que los mantiene conectados y creciendo en su fe.
Francisco Gómez de 69 años y feligrés de la parroquia de la Santa Cruz en Dallas, es uno de los pioneros en el inicio de este ministerio en la Diócesis de Dallas hace una década.
Gómez dijo que se sintió motivado después de participar en un retiro de Cursillo.
En aquel entonces llevaba más de 30 años conduciendo un camión y sentía la necesidad de conectarse con otros compañeros en la carretera, compartir su fe y mantenerse cerca de Dios.
Entonces decidió invitarlos a rezar el rosario mientras cada uno iba en su camión hacia su destino final.
Hoy el ministerio tiene un itinerario diario que incluye el rezo del rosario, meditación de las lecturas bíblicas, reflexión sobre la Palabra de Dios e incluso talleres de formación en la fe como “El Catecismo de la Iglesia” que duró cuatro años.
Los camioneros disfrutan de las oraciones y reflexiones conectándose por teléfono a una computadora que es operada por otro miembro del ministerio, que en ese momento no está conduciendo.
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